Ojito con el esloveno porque donde pone el ojo, pone la bola. Con una seguridad pasmosa y una mirada intensa y que no pierde detalle alguno, el cañonero de Bratislava está llevando todos sus partidas a un nivel sublime, lo que le vale para, prácticamente nunca, bajarse del pódium. Si la NBA disfruta de Luka Dončić, nosotros, de Nemec, Josef Němec.